ASPECTOS A PROFUNDIZAR EN EL DCN
La evaluacion formativa, el nuevo currículo apuesta
por el enfoque formativo de evaluación en el aula, ya esbozado en el DCN.
El apartado evaluativo brinda lineamientos sobre lo que implica realizar
una evaluación formativa y sobre cómo esta debe llevarse a cabo en el
aula. Consideramos que hay cuatro ideas claves de la propuesta:
• La
evaluación formativa tiene un sentido principalmente informativo (diagnóstico)
con el propósito de mejorar aprendizajes.
• La
evaluación está relacionada a criterios estables y comunes: las estándares de
aprendizaje o Mapas de progreso
• La
evaluación supone el uso de una variedad de fuentes de evidencia de logros de
aprendizaje.
• La
evaluación proporciona retroalimentación continua (docentes y estudiantes) en
un nivel de detalle que estimule la acción para lograr mejoras en el
aprendizaje.
De esta manera, si uno lee
atentamente la propuesta, verá que el énfasis, más que en el asunto de la
calificación en sí misma, está en la necesidad de evaluar (y calificar) el
desarrollo de competencias centrales y en hacerlo a través de escenarios que impliquen
poner estas competencias en acción a partir de criterios claros y comunes, que
son los estándares o Mapas de progreso.
No es pues la evaluación sancionadora
y represiva que se nos pretende hacer creer, pues cualquiera que lea el nuevo
currículo nacional podrá apreciar que la evaluación formativa contenida en él
no sanciona ni mucho menos etiqueta (ni siquiera lo sugiere) a los estudiantes
como incompetentes, fracasados, descoordinados, torpes o gorditos (usando los
términos que el propio autor del artículo emplea) solo porque no alcanzaron el
logro esperado. No tiene como objetivo comparar a los estudiantes ni
seleccionar quién es el mejor ni verificar quién le gana a quién. No hay nada
de eso en el nuevo currículo (ni creemos que alguna vez lo hubo en algún
documento curricular). En ningún lado se dice que el propósito de la evaluación
sea hacer un ranking competitivo.
la escala de calificación
Otro cambio que introduce la nueva
propuesta es el referido a la escala, que se uniformiza en una cualitativa (AD,
A, B,C) para todos los niveles. Otra idea que estamos de acuerdo es que la tinta de la nota o el reemplazo del numérico por lo
alfabético no es lo más importante de un enfoque evaluativo. Sin embargo, no
podemos perder de vista que la calificación es también relevante, en tanto una
serie de procesos implicados en nuestro sistema educativo, depende de la
calificación. La idea de fondo, y que la propuesta también explica, es que la
calificación debe ser también formativa y debe también entregar información
valiosa y útil.
Sobre este último punto, es necesario
señalar que uno de los principales problemas que se enfrenta hoy en día en
las aulas es que la calificación (sea esta con números o letras) se realiza en
base a criterios que muchas veces no tienen nada que ver con el aprendizaje.
Muchas veces se convierte en un mero proceso administrativo desprovisto de
sentido pedagógico y formativo. Por ello, la nueva propuesta resalta la
importancia de que la calificación siga los mismos procesos que se siguen al
desarrollar una evaluación formativa, de manera que sea la expresión de una
valoración basada en criterios claros y referidos a los aprendizajes que se
quieren lograr. Para esto, se utiliza instrumentos apropiados y significativos
que nos permitan retroalimentar el proceso de enseñanza y aprendizaje.